En casa de Héctor y Sergio, el domingo se inicia como de costumbre: su papá se levanta el primero y prepara el desayuno mientras ellos ordenan su habitación y su mamá pone la mesa. Cuando su amiga Sandra entra en la casa, observa como Sergio, Héctor y su papá realizan distintas labores domesticas y exclama: “¡mi mamá no me lo va a creer!”